Ya antes nos habían enviado una reseña del Motel Deskite, y como nos gustó lo que vimos en ella, decidimos visitarlo. En esta ocasión, elegimos la villa con jacuzzi. La gente que ahí trabaja es muy amable (excepto el dueño, un español que regaña a las mucamas todo el tiempo) y el motel está bastante escondido, lo cual es bueno para la privacidad.
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